Les voy a dar un dato de interés, que a la hora de analizar y pensar en recuperar delincuentes se debería tener en cuenta.
Cual es el grado de peligrosidad al que nos enfrentamos?
Un hombre adulto mata sin dificultad a otro hombre adulto, se resiste a matar a una mujer y mata con dificultad a un niño.
Una mujer adulta mata sin dificultad a un hombre adulto, a otra mujer adulta y se resiste matar a un niño.
Un niño mata sin dificultad al hombre adulto, a la mujer y a su par (otro niño).
Sumar a esto, los factores que agravan las conductas del ser humano, como la droga. Un flagelo lacerante de las neuronas que no generan culpa a la hora de realizar actos salvajes. Jactarse de haber matado a una mujer embarazada, a un anciano o mostrar la foto de una victima agonizando, en una fiesta de amigos.
Imagínese ud. por un instante lo tremendo de esta situación. Elija la persona que más ama en la tierra, luego imagine que se encuentra con un tiro en el pecho agonizando, pidiendo y rogando que no quiere morir. Finalmente imagine que la despide en un cajón de madera, para no volver a verla nunca más.
Luego lo invitan a un programa de televisión, donde si se quiere debe guarda la compostura para que no sea mal interpretada su conducta y juzgada de irracional. Pero su flagelo no termina, está obligado a escuchar con total liviandad como los mamarrachos de los funcionarios, le brindan un sin número de razones del por que, ese delincuente es lo que es.
Una solidaridad a todas luces hipócrita y complice.
FUENTE: Yuyo Marini, Periodista Argentino
No hay comentarios:
Publicar un comentario