sábado, 20 de abril de 2013

El chavismo inicia su historia sin Chávez


Lo que hasta hace poco era la aplanadora electoral que pilotaba Hugo Chávez, con dos tercios de los venezolanos como entusiastas pasajeros, es ahora el autobús del 50,7% que se dispone a manejar Nicolás Maduro.
Con la toma de posesión de este viernes, Maduro ya es oficialmente el chofer de ese autobús con el que anunció piensa recorrer el país junto a todos los ministros.

Incluso a pesar de que antes de adentrarse en la bacheada ruta de la lucha contra la inseguridad y las sacudidas que se esperan de los problemas económicos, tendrá que atravesar la empinada carretera de la auditoría de los sufragios exigida por Henrique Capriles, por el que el pasado domingo votó el 48,9%.Y pese a que el número de pasajeros supera por poco a la mitad de la población, su actitud al volante parece que será incluso más radical que la de Chávez: "Una revolución dentro de la revolución".
Maduro tomó posesión del cargo con un fondo de cacerolazos y salserolazos en muchas partes del país.
La oposición sigue sin reconocer su victoria hasta que culmine la auditoría de los votos anunciada por el CNE, medida con la que Capriles mostró su conformidad.

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