Desde los primeros instantes del día de hoy la Policía Federal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires dejó de custodiar la mayoría de los edificios públicos de dicha ciudad.
Al retirar más de 1400 efectivos de esa tarea, obliga a la Policía Metropolitana, a tomar medidas desesperadas, para tapar un hueco casi de zona liberada en la cual deberá ocupar seguridad privada o decidir de retirar prácticamente de las calles a la totalidad de los casi 2000 agentes con que cuenta la fuerza, pero al que por los turnos de trabajo solo 1400 de ellos están en funciones en forma simultanea en las calles.
Una medida que claramente excede el ámbito policial, y que lo lleva a una decisión netamente política de la Secretaría de Seguridad al mando de Nilda Garre.
El Jefe de la Policía Metropolitana, Eugenio Burzaco manifestó que en algunos lugares utilizaremos efectivos de la Metropolitana, y en otros tendremos que contratar seguridad privada, señalo.
En un marco pre eleccionario, la medida esta a las claras que intenta desestabilizar todo lo posible la gestión del Jefe de Gobierno Mauricio Macri, a la vez que la medida desde el punto de vista de la seguridad propiamente dicha, sería una irresponsabilidad por parte de la Secretaria de Seguridad, con el único sentido de dejar una enorme cantidad de flancos libres, para que grupos relacionados y afines al gobierno puedan concretar todo tipo de protestas y desvanes con total impunidad.
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